Como todos los años, el 20 de julio me junto, como la mayoría de los que tenemos amigos, con mis amigas, las del alma, las de la vida.
Últimamente, lo cotidiano y las responsabilidades y las actividades nos ponen un poco a prueba:
"a ver... cómo te arreglas con todo lo que tenés que hacer para poder ver a las chicas???"
Aclaro, no es tarea sencilla, pero tampoco imposible, juntarnos aunque sea, todas juntas eh, todo el grupito, cada 3 semanas.
Mail va, mail viene, que fulanita no respondió todavía, siempre hay una colgada que responde 3
días después. Por esto y por la famosa "ansiedad de ver a las chicas" las reuniones las organizamos como mínimo con 10 días de anticipación, no es taaanto...
Listo, una vez que se confirma la reunión con horario y lugar, debería quedar claro el asunto.
Pero no, 2 días antes del encuentro, se re-abre la cadena de hace 10 días: "Al final dónde nos juntamos??? besisss, las quiero!".
Este tipo de cosas es lo que le da el gustito a abrir los mails, a despejarse del trabajo/estudio. A distraernos y a generar una sobredosis de ansiedad, sobretodo en las mujeres.
Este año hicimos amigo invisible, cada una con regalo, está bueno ligar algo, adivinar quién nos lo hizo y demás.
Un día antes, el lunes, se me ocurrió para endulzar esa noche de encuentro entre cervezas,
picada y más cerveza, llevar unas trufas, empaquetaditas y con cinta de color...que tal?
El martes por la mañana fui al chino y compré:
- 1 paquete de galletitas de chocolate Lincoln
- chocolate de taza, 3 barritas
- manteca 50 grs.
- avellanas 50 grs.
- ralladura de 1/2 naranja
- esencia de vainilla
- algún vino para tortas.
- cacao (para la cobertura)
Comencé procesando las galletitas, hasta hacerlas harina, un hueco en el medio y le agregué la manteca derretida, la vainilla, el chocolate derretido a baño María, el vino y la ralladura de la naranja. Mezclé bien con tenedor y luego me ayudé con las manos para homogeneizar la masa. al final le agregué las avellanas picadas, no muy chiquitas.
Hice pelotitas y las coloqué en sus pirotines, finalmente espolvoreé con ayuda del tamizador el cacao. Una pavada total.
Obvio que les saqué fotos, ahí van:
Besos, hasta la próxima!